La Responsabilidad social corporativa busca en teoría “socializar” las empresas. Se trata de una contribución activa y voluntaria enfocada hacia la mejora económica social y ambiental de nuestras sociedades. Este intento por conciliar rentabilidad junto con justicia social hace de este principio una especie de extensión de la cultura del estado social al mundo económico.
Entre los principios más destacables de la RSC (así la denominaré a partir de ahora) se encuentra:
-producción en condiciones justas respetando los derechos humanos
-respeto al medio ambiente
-cumplimiento de la ley
Pero dicho esto cabe preguntarse si se trata de un compromiso social auténtico o si no es más que un efecto de marketing. A mi juicio (sin duda habrá excepciones) pesa más lo segundo y es que, muchas veces la diferencia entre una empresa más rentable que otra radica en la mayor explotación que esta haga del Tercer Mundo y en los pocos gastos externos que esta tenga (véase por ejemplo de respeto al medio ambiente).
Un caso que me parece muy ilustrativo es el de la compañía multinacional de cafés “Starbucks”. Cualquiera que vaya a una de sus tiendas podrá ver la cantidad de folletos y “eslóganes” que la compañía se empeña en resaltar acerca de lo justa que es su política empresarial respecto a los cultivadores de café. Hasta en su web oficial (www.starbucks.es) dedican un apartado especial titulado “Responsabilidad social” a demostrar que el principio de la RSC es uno de los pilares de su administración.
Sin embargo esta misma compañía intentó registrar las patentes del café etíope en Estados Unidos y estuvo vendiéndolo durante 5 años (uno de los mejores del mundo) sin pagar ningún derecho al país africano lo que provocó que por cada 3 céntimos de dólar que ganaban los agricultores, Starbucks vendía el producto a 26 céntimos.
Hizo falta una campaña llevada a cabo por Intermon Oxfam en 2006 y un largo litigio entre la compañía y el gobierno etíope para que se llegara a un acuerdo justo (en 2007). Starbucks acabó reconociendo que las variedades de café etíope son de las mejores del mundo y retiró su demanda de patentes sobre estas (a cambio sin embargo de poder seguir comercializando dicho café en EEUU hasta 2012 sin pagar derechos). Todo ello supuso un fuerte alivio para los agricultores del llamado “cuerno de África” que por fin recibirán un sueldo justo por el cultivo de su producto estrella (principal fuente de ingresos del país).
Es curioso ver como ahora Starbucks promociona su labor social y se manifiesta en contra de la explotación pero no hay que olvidar que hicieron falta una larga campaña promovida por Intermon y un largo litigio con el gobierno etíope para que la multinacional estadounidense diera su brazo a torcer. Antes buscaban el beneficio explotando, ahora buscan compensarlo sensibilizando a la opinión pública occidental para que compren sus cafés “justos”. Puro marketing.
Para consultar la noticia completa aquí está el enlace directo:
"Starbucks y Etiopía firman la paz del café" - El País
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