La primera tarea de un investigador consiste en observar los hechos, seleccionar los más significativos, descubrir las relaciones que los unen entre sí y resaltar los aspectos más sustanciales de cada hecho. Todo ello precisará además de que el investigador disponga de un espíritu libre de prejuicios. Tras ello los resultados deberán encajarse en un esquema dónde todos los hechos tengan una explicación y estén unidos entre sí en una coherente totalidad.
La segunda etapa consiste en formular una hipótesis que explique el conjunto de hechos de manera lógica. Para ello es necesario tener una fantasía creadora, como Schumpeter dice, pues ello lleva a los logros más poderosos de la ciencia.
Por fantasía el autor se refiere a la capacidad del pensamiento para crear mentalmente imágenes subjetivas distintas de aquellas observadas en la realidad (a través de los sentidos), esta característica es propia del pensamiento humano y es gracias a la cual la conciencia humana adquiere capacidad de conocer y modificar la realidad.
La fantasía permite al hombre crearse una imagen mental de aquello que no es pero que pretende alcanzar mediante la formulación de una hipótesis que los hechos comprobarán. Esto hace al hombre sujeto activo y creativo. La intuición servirá a posteriori para discriminar todas las fantasías pensadas y centrarse en las más verosímiles o racionales. Por ello el autor afirma que la fantasía creadora debe estar controlada por una lógica férrea y rigurosa.
La tercera etapa se realiza mediante la comprobación rigurosa de que las hipótesis formuladas corresponden a la realidad de los hechos. Para ello será necesario volverlos a observar, introduciendo nuevos fenómenos en la observación así como profundizar en el análisis controlando el grado en que las conclusiones se ven justificadas. La hipótesis se verificará mediante la mayor o menor correspondencia de los hechos reales con las teorías formuladas. Para ello valdrán observaciones (estudio empírico) o experimentos (creación de nuevos hechos que comprueben la hipótesis) posteriores. Según el autor para esta etapa es necesario un fuerte espíritu crítico y autocrítico.
La cuarta y última etapa consiste en modificar o sustituir las hipótesis anteriormente formuladas con los resultados de la comprobación realizada durante la tercera etapa. Según Schumpeter la elaboración teórica y la observación de los hechos se complementan pero no coinciden. Según Darwin es necesario razonar mientras se observa antes y después.
Los hechos constituyen la base de una elaboración teórica pero el hombre, previa la investigación, posee un bagaje de conocimientos empíricos más o menos espontáneos. Dedicarse a una investigación concreta presupone un cierto interés teórico basado en esos conocimientos a los que daremos forma de verdadera investigación, consciente y razonada.
El investigador individual utiliza para su trabajo además de sus hechos observados, las hipótesis y los observados por otros (aunque los emplee después de controlarlos y verificarlos personalmente) lo que hace que las conclusiones y elaboraciones de otros integren el trabajo del investigador.
Este es el ciclo a través del cual funcionan la humanidad y el progreso. Las investigaciones de todos a lo largo de los tiempos dan forma a un cuadro cada vez más fiel, más rico y más profundo de la realidad objetiva. Las verdades sucesivas relativas se superarán progresivamente por otras más recientes constituyendo el camino que nos acerca a la verdad absoluta. El patrimonio cognoscitivo de la humanidad está compuesto por el conjunto de investigaciones individuales encadenadas como anillos generación tras generación.
Este proceso de crecimiento tiene dos grandes características:
-La condición esencial para poder utilizar los resultados de las investigaciones hechas por otros es que nosotros hayamos ya iniciado una elaboración propia. Los escritos de otros deben corregir y completar lo que un individuo ya ha reflexionado sobre ello, sino será difícil que nazcan nuevas ideas pues se caería en el eclecticismo.
La tarea de universidades y escuelas es enseñar a pensar y no llenar la cabeza de los alumnos con hechos, nombres y formulas (pues eso lo pueden leer en casa), solo así podrán nacer nuevos investigadores.
-No solo las concepciones e ideas evolucionan históricamente sino también los conceptos que las expresan. Por ello todo investigador debe crear el aparato conceptual que necesita. Es imprescindible desarrollar un sistema propio coherente de conceptos pues un solo concepto no dará idea de la concepción del autor.
Podemos afirmar que toda ciencia tiene un objeto de investigación concreto, utiliza un determinado método de investigación para estudiar ese objeto y al aplicar el método, da una visión del conjunto que será su campo de investigación.
Mientras que el objeto de investigación permanece relativamente estable, el método científico evoluciona y se enriquece con la obra de cada nuevo investigador. La visión de la realidad que la ciencia ofrece, se enriquece explicando mejor que la visión precedente los hechos y fenómenos descubiertos. Ello no quiere decir que todos los hechos comprobados científicamente de manera previa sean falsos, puesto que estos forman parte también del nuevo esquema al haber hecho de enlace en una cadena de descubrimientos a lo largo de la historia.
Como conclusión, el autor nos propone que en la ciencia lo esencial es el método. Este no solo ofrece el esquema en un determinado momento válido sino que además proporciona los instrumentos para sustituirlo por el esquema sucesivo. Por ello el objeto de la ciencia no es ofrecer una determinada visión de la realidad sino proporcionar una visión cada vez más exacta que la anterior.
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